Esta tarta de limón es un postre que me recuerda mucho a mi infancia. Mis abuelos paternos tenían un chalet en Ciudad Quesada (Alicante) y los fines de semana nos juntábamos a comer allí toda la familia.
Que yo recuerde, comíamos chuletitas de cordero a la brasa, ensalada de lisones o conejo frito con tomate y tortilla de patatas. Los postres más clásicos eran la tarta de manzana de Rosario o la tarta de limón de mi tía Finita que hoy os cuento.
Los primos lo pasábamos bomba toda la tarde jugando a las tinieblas, preparando actuaciones para los "mayores" o haciendo cabañas con los cojines del sofá en el piso de arriba ¡qué felicidad!
Que yo recuerde, comíamos chuletitas de cordero a la brasa, ensalada de lisones o conejo frito con tomate y tortilla de patatas. Los postres más clásicos eran la tarta de manzana de Rosario o la tarta de limón de mi tía Finita que hoy os cuento.
Los primos lo pasábamos bomba toda la tarde jugando a las tinieblas, preparando actuaciones para los "mayores" o haciendo cabañas con los cojines del sofá en el piso de arriba ¡qué felicidad!
TARTA DE LIMÓN CON BASE DE GALLETA
Ingredientes:
3 huevos
Medio vaso de zumo de limón (unos 3 limones)
1 bote pequeño de leche condensada
150 gr de mantequilla
250 gr de galletas
Veréis qué fácil es la preparación.
En un cuenco grande ponemos la leche condensada y la mezclamos con el zumo de limón.
En un cuenco grande ponemos la leche condensada y la mezclamos con el zumo de limón.
Separamos las yemas de las claras y añadimos las yemas a la leche condensada.
Montamos las claras a punto de nieve firme, con las varillas.
Poco a poco y con movimientos envolventes, añadimos las claras a la mezcla anterior, hasta que quede uniforme.
Ya tenemos listo el relleno, vamos ahora con la base de galletas. Pueden ser María o tipo Digestive, con las dos sale riquísima.
Picamos las galletas con ayuda de la picadora o con un rodillo si no dismponemos de ésta.
Picamos las galletas con ayuda de la picadora o con un rodillo si no dismponemos de ésta.
Mezclamos las galletas con la mantequilla a temperatura ambiente. Es muy importante que la mantequilla esté blandita, porque si no cuesta mucho mezclarlo.
Colocamos la base en un molde de tarta y presionamos bien el fondo y los bordes para que quede compacta. Con estas cantidades de galleta y mantequilla sale una base generosa, adecuada para los moldes habituales de tarta en silicona o metal.
Echamos el relleno sobre la base y ¡al horno!
El horno debe estar precalentado a 180ºC, necesita unos 20 minutos de cocción, pero puede variar. Observar que haya cuajado. A mí me salieron estas grietas, pero no pasa nada ¡la arruga es bella!
Como véis, la tarta es bien sencilla pero os aseguro que sale siempre bien y su sabor es delicioso.
A mí es que el sabor galleta me pierde en general... Hablando de infancia, ¡soy como el Monstruo de las galletas de Barrio Sésamo!
A mí es que el sabor galleta me pierde en general... Hablando de infancia, ¡soy como el Monstruo de las galletas de Barrio Sésamo!
Besos!
Gloria
4 comentarios:
Buenísimaaa!!! Cómo todo lo demás, gracias Gloria.
parece facil y deliciosa!!!
ya te contaré,
un abrazo,
elena
que pinta más rica!!!
Una auténtica delicia! Parece mentira que algo tán sencillo resulte tan rico. Gracias por la receta la hice ayer y fué todo un triunfo, ya ha pasado a formar parte de mi cuadreno de recetas.
Un saludo.
Publicar un comentario