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jueves, 29 de mayo de 2014

Una receta de pasta sabrosa y equilibrada: Lacitos con verduras

¿Te encanta la pasta pero siempre terminas preparándola de la misma manera? Si buscas una receta rápida, rica y muy completa, entonces ¡tienes que probar estos lacitos con verduras!

LACITOS CON VERDURAS



INGREDIENTES (para 4 personas):

1 Cebolla
1 Calabacín
200gr de Jamón York a taquitos
6-8 Champiñones
300 gr de pasta de colores
Aceite de oliva
Sal
Orégano
Queso parmesano rallado

Ponemos a calentar una olla con abundante agua con sal, donde coceremos la pasta. 

Mientras, vamos limpiando las verduras y cortándolas en cuadraditos. La cebolla, el calabacín con su piel, los champiñones y el jamón york.


En una sartén grande o cazuela, cubrimos el fondo con aceite de oliva (yo lo pongo a ojo, pero más o menos unas 4-5 cucharadas soperas). 

Cuando esté caliente, echamos la cebolla cortadita fina. Añadimos una pizca de sal y vamos removiendo.


Cuando la cebolla esté transparente, echamos los champiñones,


El calabacín cortado en brunoise (cuadraditos),


Y el jamón york, también troceado.


Vamos removiendo de vez en cuando, añadimos un poco más de sal  y dejamos cocer a fuego medio. 

Mientras ya tendremos el agua hirviendo y ponemos la pasta a cocer. Esta receta queda muy bien con pasta de tres colores como Farfalle (lacitos), Fusilli (hélices) o Margaritas.

A mi hija Julia le encantan los lacitos en todas sus versiones (muy presumida ella ;) así que últimamente la preparo siempre con este tipo de pasta.


La pasta se cuece en unos 8-10 minutos (ver recomendación del fabricante). Escurrimos la pasta y sin enfriarla ni enjuagarla, la añadimos a la mezcla de verduras que teníamos en la sartén.


Removemos para que se mezclen bien todos los ingredientes, echamos un poquito de orégano y comprobamos el punto de sal.


Con estos sencillos pasos ya podemos disfrutar de un plato muy equilibrado. Lo podemos acompañar con queso parmesano rallado, para que cada uno se ponga al gusto. Como no lleva salsas, únicamente aceite de oliva, es una receta bastante ligera.



Es ideal para disfrutar en familia y lo que más me gusta es que con este plato los niños se comen las verduras fácilmente (prueba a cortar bien pequeñitas las verduras, alguna apartarán, pero otras se las comerán ;)

Si necesitas más ideas para que tus hijos coman saludablemente, no te pierdas la nueva sección APRENDIENDO A DISFRUTAR, donde la Familia Pérez Gil nos enseña muy buenas estrategias.


Próximamente el Cuento Suculento de:

La niña que no comía nada verde
 y la princesa Brocolina


http://eepurl.com/NWwA1


miércoles, 26 de febrero de 2014

Pasta fresca, la receta que ingresó dos veces en un hospital


Érase una vez una enfermera tan alta y tan guapa, que podría haber sido modelo. 

Pero no, esta chica tenía clara vocación sanitaria, era feliz cuidando a sus pacientes y haciendo que su estancia en el hospital fuera lo más agradable posible.


Uno de los gajes del oficio de enfermera era el trabajo por turnos: mañanas, tardes y noches que se iban alternando a lo largo del mes.

A veces no sabía en qué día vivía, o si era de día o de noche. Y por ejemplo un miércoles cualquiera se encontraba con un día libre, mientras la gente de su alrededor trabajaba. 


Entonces se preguntaba ¿y ahora qué hago?
Como le encantaba cocinar, pensaba que ese era el día ideal para pasarlo entre fogones.

Una noche de trabajo, cuando eran las tres de la madrugada y todos los enfermos dormían, estaba hojeando la revista que un paciente había dejado en la habitación tras irse de alta, y encontró una receta de pasta fresca casera.

Pensó que era una idea estupenda para entretenerse uno de esos días libres solitarios, así que se llevó a casa la revista.
No tenía máquina de hacer pasta, pero casualmente los Reyes Magos le trajeron una por Navidad.

Le faltó tiempo para estrenar su nuevo "juguetito" y preparó la pasta fresca siguiendo la receta que explicaba la revista.

Preparó bastante cantidad, con la idea de poderse llevar un tupper al trabajo para comer al día siguiente en el hospital, pues le tocaba doblar turno.

Y colorín colorado, esta es la historia de cómo una receta de "Tagliatelle al pesto" se fue de alta y a los pocos días volvió a ingresar en el hospital ;)


Ingredientes:

100 gr. de harina normal por persona
1 huevo por persona
1 cucharada de aceite de oliva, cada dos personas


Mezclar los ingredientes y amasar hasta obtener una masa lisa, trabajar la masa unos 10 minutos mínimo.


Envolver la masa en papel film y dejar reposar una hora en la nevera.

Estirar la masa pasándola por la máquina, previamente enharinada.


Estirar y doblar como formando un libro, unas 4 ó 5 veces.


Estirar con la máquina progresivamente.

Dividir la masa para manejarla mejor. La enharinamos cada vez que se estira.

Hacer los tallarines con la máquina y un poco de gracia ;)


Colgar los tagliatelle en una cuerda o percha, para que no se peguen.


No importa cuanto tiempo estén colgados. Si se secan, se hierve más tiempo y ya está.

Cocer en abundante agua salada durante unos pocos minutos, ir probando hasta que esté al punto.


Podemos acompañar esta deliciosa pasta fresca con un pesto casero:

Nuestra enfermera lo hace a ojo, en un mortero machaca un diente de ajo pelado, un puñado de albahaca fresca, una pizca de sal, aceite de oliva virgen extra, unos piñones y parmesano rallado.


¡Uuummm... QUÉ AROMA!

 

Mi amiga Chari, Rosario Martinez Cañizares, es la enfermera de esta HISTORIA REAL con RECETA GENIAL

Efectivamente trabaja en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, en Murcia. Además estudió nutrición, está estudiando psicología y en sus ratos libres disfruta cocinando. Tiene una gracia especial para preparar cualquier plato... ¡sus bizcochos son el deleite de amigos y familiares!

Hoy es especialmente protagonista porque cumple ¡30 años! 
 ¡Muchas felicidades! 
Seguro que este año viene cargado de cosas buenas, igual de ricas que esta receta que has compartido con nosotros. ¡Muchas gracias!
  
Besos,

Gloria.

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domingo, 2 de febrero de 2014

Spaghetti con "latica", la historia del universitario con dolor de barriga y... ¡nevera vacía!


Érase una vez un estudiante universitario que llegó a casa, abrió la nevera y contempló con esperanza sus estantes vacíos.


Obviamente, era un piso de estudiantes

El estómago le rugía, por hambre y también por dolor, pues llevaba unos días sufriendo acidez. 

En su despensa había algo de pasta y una triste "latica" de atún. Con ésto me tengo que apañar, pensó:

Tomate frito no le pongo, que me sentará mal,
La pastilla de caldo le dará más sabor,
Un poco de orégano le vendrá genial,
Y con parmesano rallado, mucho mejor

Preparó este sencillo plato de espaguetis y comió tan agusto aquél día, que decidió repetirlo muchas veces más. 

Comentó esta receta con su madre, que sabía cocinar muy bien y normalmente hacía comidas más elaboradas. Sin embargo, supo ver en este plato la comodidad de poderlo preparar sin necesidad de salir a comprar productos frescos.

Y a ella se le ocurrió prepararlos con una "latica" de mejillones en escabeche (siguiendo el mismo proceso, pero en este caso sin queso).


Y colorín colorado, así fue como los espaguetis con "latica" se popularizaron en la familia y a día de hoy son una opción habitual, cuando no hay tiempo para mucho más.



Ingredientes (para 4 personas):

300 gr de espaguetis
1 cebolla grande
1 diente de ajo pequeño (opcional)
3 ó 4 latas de atún en aceite de oliva
Orégano
Parmesano (o el queso que tengas a mano, para rallar)
1 pastilla de caldo de pescado (en su defecto, sal)
2 litros de agua

Elaboración:

Primero freímos la cebolla bien cortadita. Podemos aprovechar para freirla el aceite de las latas de atún. Añadimos el ajo a trocitos minúsculos.


Mientras se sofríe la cebolla, ponemos a hervir el agua. Dos litros o un poco más es buena medida para los 300gr de pasta, y ponemos la pastilla de caldo concentrado de pescado. Así le daremos más sabor a los espaguetis. No añadimos más sal.


Removemos bien para que se disuelva la pastilla. En cuanto hierva el agua, echamos los espaguetis. Enteros, sin partirlos, y en unos segundos, con un poco de ayuda, quedan cubiertos por el agua. Removemos de vez en cuando para que no se queden pegados entre sí.


El tiempo de cocción depende del fabricante, y personalmente creo que hay que ser muy estricto, si quedan "al dente" estarán crudos por dentro y "crunchis" (es una opción, a mí no me va mucho). Si nos pasamos quedarán muy blandengues y pastosos (tampoco mola).

Una vez tengamos frita la cebolla, añadimos el atún, apagamos el fuego, condimentamos con orégano "a mansalva" y mezclamos todo lo que será nuestro acompañamiento para la pasta.


No hemos añadido sal en ningún momento. El atún y el parmesano, que utilizaremos al final, ya llevan.

Escurrimos la pasta. Nada de enfriar al chorro del agua, le quitaríamos el sabor y se enfriaría, no interesa.


Emplatamos con: la pasta, encima el atún y por último el queso rallado. Añadimos un poquito más de orégano.


El queso es importante rallarlo en el momento, para que aroma y sabor se aprecien al máximo. Cada vez soy menos partidario del queso rallado embolsado.

Si se empieza poniendo el agua a hervir a la vez que se corta la cebolla, en 15 minutos está el plato terminado...

... Y en menos de 15 minutos vemos cómo un niño deja el plato. 


Mejoras: añadir unas gambitas peladas (de las congeladas, sin complicarse), o unos buenos berberechos, o un poquito de guindilla, tomates secos troceados, todo esto es aceptable. Aunque si somos fieles a la cocina italiana tradicional, nunca más de tres o cuatro ingredientes.

Personalmente prefiero "salsa de tomate no", ya sería otra cosa. En mi opinión la gracia del plato es que no lleva tomate frito.

Deseo que lo disfrutéis con salud, aunque probablemente ya lo hayáis hecho, pues es un plato muy común. Simplemente espero haber podido aportar alguna mejora con esta receta. 

Un abraaaazo!

Vicente Pomares.
* * * * *

Este universitario es mi hermano, Vicente Pomares, que aceptó sin dudarlo la idea de ser bloguero cocinero por un día y participar en esta sección de HISTORIAS REALES, ¡RECETAS GENIALES!

No estaba muy convencido de publicar esta receta, pues le parecía un plato extremadamente sencillo y un poco simple. Pero, dado el éxito entre sus hijos, amigos y familiares, pesamos que seguramente a muchos de vosotros también os podría sacar de algún apuro en situación de nevera vacía.

Los años universitarios le quedan un poco lejos. Realizador de televisión, hoy ya es un padre de familia que disfruta en la cocina, pero sobre todo en la mesa. Es un gran anfitrión y cada vez que vamos a su casa nos sorprende con productos nuevos, platos diferentes y siempre exquisitos. 

¿Os acordáis del SOLIMILLO WELLINGTON? ¡Pues la receta también era suya!

Besos,

Gloria.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Fideuà y mi casita en Guardamar del Segura

Desde que nací, siempre he veraneado en Guardamar del Segura (Alicante). Mis padres tienen una casita en la playa de Babilonia y es una gozada vivir con la orilla del mar a escasos 20 metros de la puerta.Podría contaros cantidad de momentos felices que hemos disfrutado en esta casa, pero lo mejor será enseñaros uno de los platos estrella de la "Pensión Pomares". Lo de pensión viene porque con este entorno tan privilegiado y unos anfitriones encantadores como son mis padres, raro es el día que no hay visita ;-)

La fideuà de mi madre es espectacular, consigue conquistar a todo el que ha tenido la suerte de probarla. Para que un arroz o fideuà salga bueno, no hay mayor secreto que un buen CALDO DE PESCADO, podéis recordar la receta
AQUÍ



Por si no lo sabíais, el origen de este plato sucedió en Gandía, a bordo de un barco, gracias a la idea que tuvo un pescador de sustituir el arroz de la paella por fideos.

 
FIDEUÀ EN GUARDAMAR DEL SEGURA
 



INGREDIENTES (para 8-10 personas):

600gr de fideos (del nº4)
1 pimento rojo
2 dientes de ajo
750 gr de sepia de playa
200gr de tomate frito (casero o marca Hida)
2l de caldo de pescado (fundamental que lleve ñoras)
500gr de gambas peladas
Aceite de oliva y sal


En una paella, sofreimos el pimiento troceado con los dos dientes de ajo picaditos y 4 cucharadas soperas de aceite de oliva (aproximadamente).





Seguidamente se añade la sepia limpia y troceada, removemos.



Agregamos el tomate frito y los fideos. Hay fideos especiales para fideuà, pero a nosotros nos gustan más estos que son más finos y toman mejor el sabor del pescado.


Damos unas vueltas para que se mezclen todos los ingredientes. Si nos interesa tener el plato preparado con antelación, podemos detener el proceso en este punto y más tarde, en el momento que nos sentamos a tomar el aperitivo, añadir el caldo.





Sólo nos queda añadir el caldo y las gambas. Ponemos sal y probamos el caldo, que esté sabrosete.






Cocemos primero a fuego fuerte, unos 10 minutos, y luego a fuego lento, removiendo un poquito para que no se pegue.






Nuestra deliciosa fideuà estará lista para sacar a la mesa cuando se haya absorbido la mayor parte del caldo. Según vuestro gusto, la fideuà puede quedar seca o algo melosa.

 

Para terminar este post, quería enseñaros una imagen de las casitas de Guardamar, un día de este verano.



Y aquí, Julia y yo sentadas en la terraza observando el mar.
 

Espero que este mar tan precioso pero en ocasiones tan bravo, nos permita disfrutar unos años más de la casita. Pues en los últimos años el tamaño de la playa ha ido menguando a pasos agigantados y muchas casas han sufrido graves daños por la fuerza de las olas.


Os invito a visitar la costa alicantina y a disfrutar de nuestra extraordinaria gastronomía.

Besos!

Gloria.

lunes, 11 de abril de 2011

Nidos al huevo con salsa de champiñón y medallones de solomillo

En casa comemos pasta mínimo una vez por semana, así que procuro ir variando las formas de prepararla para no aburrirnos. Hoy os traigo unos nidos de pasta al huevo con medallones de solomillo acompañados de una salsa de champiñones.

Están buenísimos y además es un plato muy nutritivo, que seguro triunfará entre los jóvenes.

NIDOS AL HUEVO CON SALSA DE CHAMPIÑÓN Y MEDALLONES DE SOLOMILLO

IMPRIMIR FICHA DE LA RECETA AQUÍ

Ingredientes (para 2-3 personas):

200gr de nidos al huevo (unos 75-100gr por persona)

1 solomillo de cerdo, 500gr aprox

400gr de champiñones

1 cebolla

1 cucharada sopera de harina

1 vaso de caldo de ave o 1 cubito Maggi disuelto en 1 vaso de agua caliente

100ml de nata líquida para cocinar

Aceite de oliva Sal y pimienta

La materia prima de calidad es fundamental para conseguir un resultado final óptimo, así que no es lo mismo hacer siempre macarrones con carne picada, que sorprender un día con estas cintas de solomillo (y tampoco es tan caro). Cortamos el solomillo en rodajas de 1cm aproximadamente.



Ponemos abundante agua a hervir, con un puñado de sal y cuando rompa el hervor, echamos los nidos al huevo, no éstos...



Por cierto, qué ilusión hace encontrarlos por el campo, sobre todo cuando eres niño...

Sino los de pasta, claro :-)





La pasta al huevo se cuece en pocos minutos, así que lo mejor será empezar adelantando la salsa de champiñones.

Pelamos y cortamos una cebolla en taquitos, la sofreímos en la cazuela con aceite de oliva. Cuando esté transparente añadimos una cucharada sopera de harina. Bajamos el fuego para que no se pegue y removemos.








Poco a poco vamos echando el caldo de ave y removiendo. Si no tenéis caldo de ave (que es lo más habitual) podemos utilizar 1 cubito Maggi disuelto en 1 vaso de agua caliente. Si es Avecrem o similar hay que poner sólo 1/4 de pastilla por vaso de agua.



A continuación ponemos los champiñones, lavados y cortados en láminas o troceados a gusto del cocinero.




Para terminar la salsa sólo nos queda añadir pimienta negra molida, un poco de sal y un chorrito de nata.



Damos unas vueltas y ya tenemos lista la salsa de champiñones, que es lo más entretenido de esta receta.

Esta salsa puede utilizarse para acompañamiento de carnes, y se le puede dar más espesor simplemente dejándola más tiempo al fuego para que espese.

Para la pasta yo la prefiero más líquida y por eso después de añadir la nata, enseguida la retiro del fuego. También se puede añadir más caldo, eso ya a gusto de cada uno.


En una sartén o plancha bien caliente ponemos los medallones de solomillo y les vamos dando la vuelta hasta que queden doraditos por fuera, pero tiernos por dentro. Los salpimentamos.


Cocemos los nidos, los escurrimos y emplatamos colocando la pasta en la base, la cubrimos con un par de cucharones de salsa y por último los medallones de solomillo, para que se luzcan bien.




A la hora de comer, recomiendo cortar los medallones y mezclarlo todo para saborearlo junto en cada bocado. ¡Qué ricoooo!

Para las madres-trabajadoras-amas de casa-previsoras-planificadoras y que les gusta comer bien, (grupo con el que me identifico plenamente) os diré que podéis dejar la salsa hecha la noche anterior y a la hora de comer sólo hay que cocer la pasta mientras se hace el solomillo a la plancha.

Ya me contaréis qué os parece esta receta, ¡las pastas siempre triunfan!

Besos,

Gloria.